No calles, grítalo con la mirada,
despeja tu alma y siéntelo,
deja que el sereno te lo diga,
aunque desmayes de frió.
No calles, suspira y hazlo,
habla tu demonio,
que ha sido despertado,
al ver tu ego decaído.
No calles, regocíjate,
la labia que sale de tu voz,
antídoto perdurable
para su ataque atroz.
No calles, aquellas sombras,
piden silenciar tu espíritu altivo,
que por ser genuino,
tiene ansias de verdades vivas.
Miriam Yeshua
1 comentario:
Hola Miriam!! Qué buena onda lo de tu Blog!! Ya leí vuestros poemas de aire tan nostálgico eh! Te quiero mucho my friend! Te dejo besos y abrazos y te mando buena vibra! Ciao!
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