Cuantos remedios cuentan por ahí. Dicen que el picante es el remedio para un platillo mal preparado, el aloe el remedio para las heridas, el alcohol el remedio para el mal de amores, el silencio el remedio para la confusión, el limón el remedio para el mal olor, el libro el remedio para la ignorancia, la sonrisa el remedio para la nostalgia, el rezo el remedio para el alma, la imaginación el remedio para la aburrición, la aspirina el remedio para la jaqueca, pero el más certero de todos es tu amor... el remedio para mi corazón.
Miriam Yeshua
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