domingo, 30 de agosto de 2009

Rosas espinadas



Unas rosas perfectas
te mandé,
eran perfectas,
eran más de cien.

Unas rosas perfectas
una día las compré,
eran ilusas
e ingenuas también.

Unas rosas perfectas
unos meses las cuidé,
eran sinceras
e incondicionales también.

Unas rosas perfectas
un día las admiré,
eran eternas
y mi vida también.

Unas rosas perfectas
una mañana las dejé,
eran hermosas
y malditas también.

Unas rosas perfectas
un corazón espinaron,
eran perfectas
y marchitas también.

Miriam Yeshua

Tope y topé

Tope, topé, tope
Dos que obligan a frenarnos,
Aún asi, podemos elegir entre estrellarnos o detenernos.

Miriam Yeshua